Volviendo de noche a puerto uno de nuestros vigías observa como estaciona un móvil policial de civil donde se bajan dos policías. Ante tal situación la vigía Olga Rotor
da la alarma. No en vano fue el zafarrancho.
Dicho automotor luego de que se bajaron los dos policias hace un giro en “U”
y volviendo por la calle ( en contramano ) se dispone a doblar con total
impunidad justo cuando ibamos a cruzar. En ese momento, la tripulación de Marinos de Kronstadt estalla en cólera y se alisto rapidamente a maniobrar hábilmente para cortar su paso.
¡No
pasaras! Fue el grito de todos los marinos contra un rati sorprendido y avergonzado cuyas disculpas
no alcanzaron para apagar el fuego que prendió.
¡Contra toda autoridad!
¡Viva la autonomía y la
autogestión!
¡Viva la anarquía!
Tripulación Marinos de Kronstadt
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