Desde que asumió la actual gestión de la Facultad observamos que se concentró en consolidar una política de acceso restrictivo a la Facultad la cual ya viene desde tiempos inmemorables.
Es importante aclarar que cuando hablamos de acceso restrictivo nos referimos a la degradación de las condiciones edilicias, negociados públicos y privados (a través de los programas de extensión y el laboratorio de idiomas), domesticación del espacio y castigo a la disidencia política, anulación de becas de apuntes etc etc.
Por otro lado consideramos como grave dentro de este marco de acceso restrictivo a la Facultad, el no tener en cuenta el uso de la Bicicleta como transporte alternativo como respuesta al hegemónico automotor ( ya sea público (cuyo boleto cada día es más elevado y su servicio cada vez más paupérrimo ) o privado).
La bicicleta en estos últimos años se ha reformulado de manera exitosa como respuesta al uso desmedido e innecesario uso del automotor. La Bicicleta ha vuelto a okupar las calles y los caminos. Hoy vuelve a ser parte de la vida cotidiana. Negar o desconocer esto, es vivir dentro de un raviol.
Notamos dentro de esta negación la poca infraestructura que hay en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Esta falta de espacios lleva a much@s ciclistas a terminar okupando espacios comunes los cuales no están diseñados ni habilitados para dejar la bici y con dicha acción el ciclista y su bici terminan convirtiéndose -involuntariamente- en una pieza clave del engranaje que promueve la temida dictadura de la bicicleta. Y es esto lo que nos preocupa y mucho.
Por lo tanto la Sociedad Ciclista Refractaria Llama y exige a la actual gestión de la Dra. Graciela Morgade. La construcción e instalación de más bicicleteros y además, proveer de estaciones de auto(bici)reparación con herramientas básicas para solucionar eventuales roturas y desajustes ciclomecánicos.
¡Viva el Anarcociclismo!
¡Viva la Ciclomecánica popular!
Redacción SCR
Pd: y si es taaaan complicado lo haremos ¡nosotr@s! eso sí: ¡que no nos peguen tus patovas!
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