Por la mañana: El repiqueteo de nuestros mosin-nagat no
cesa. Hordas bolcheviques intentan tomar por asalto la ciudad y terminar con
nuestro proyecto. Todos los intentos de asedio son repelidos. ¡No pasaran!.
Por el medio día: ¡Hay traición dentro de nuestras filas! ¡Las
piezas no encajan! Los culpables son fusilados en el atrio de nuestro Kino.
Después de morfar: Rápidamente se prepara y pinta la nueva horquilla.
Por la tardecita: somos ilustrados y adoctrinados en el arte
de la liberación de bolitas y el mágico mundo del armado de ruedas.
Por la noche: nos deliramos y nos desorganizamos para el mañana.
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