Creíste que estaríamos idiotizados con el fútbol.
Y te apareciste fugazmente,
para estropearlo todo…
Nos rociaste con napalm.
Nos quisiste apagar.
¡Pero qué torpe eres!
¡Nosotros somos hijos del napalm!
¡Nosotros somos napalm!
Con cada gota de gelatina de mipalo,
lo único que lograste,
es sumar más fuerzas a nuestras filas……
Pronto seremos miles y nadie te alquilará tus bicis.
Tarde o temprano tendrás que liberarlas.
La revuelta ya ha comenzado.
Y nadie nos detendrá.
Tenemos la mecha y
la chispa.
Los caranchos viran sobre nuestras cabezas.
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