Estaba buscando el bendito “cortaplumas multi llave” para hacerle un regalo a mi sobrinito gringo, quien a sus jóvenes 12 años recorre en su bici los mágicos bosques de la Carolina del Norte. Como no recordaba bien en que calle estaba la bicicletería donde podría estar la herramienta, opté por ir por Montevideo rumbo al congreso de ratones. Llegando a Rivadavia noto que no es esa la calle, pero, veo una ferretería-venta de repuestos de moto y nosé porque, entre allí. Lo primero que veo es un block de un motor para bicicleta enorme (ahí pude constatar porqué las ultimas bicis a motor desarrollan velocidades, ruidos y humos grotescos). Le explico al vendedor que atendía lo que quería y lo que me ofreció fue una mariposa que tenía todo que quieras menos las llaves allen “….y tiene un serrucho, una pinza… ah y esta lima, (del grosor para un barrote de cárcel) que te sirve para limarte las uñas…” Evidentemente el gordo motoneta es mas macho que yo.
De ahí fui para Talcahuano y encontré la bicicletería que estaba buscando y compre la famosa herramienta que consistía en 6 llaves allen más 2 destornilladores, uno Phillips y otro común, todo como si fuera un cortapluma... a 25 pesos… una bicoca….Pero claro le faltaba una cartuchera–estuche… (Porque si no quedaba como que se la tiraba por la cabeza, en el fondo era un regalo...). Así que como no quería irme a la central de policía donde alrededor del edificio hay unos simpáticos negocios para uniformados me dije "voy a las casas de camping". Una peor que la otra, lo único rescatable al relato es que en una justo la cartuchera que iba era más cara que otras de mayor tamaño, y en otra me dicen “yo solo vendo cartucheras de las herramientas que me compran”. ¡Matate, ojala que ese tiburón de río que tanto queres atrapar te coma un dedo!. Desilusionado no me quedo otra que ir para los negocios que están en la periferia de la central de policía y entro en varios locales hasta que en uno encuentro una cartuchera que va como piña. Mientras me atienden entran dos policías que, al principio, no me avive de sus presencias. Mientras esperaba mi vuelto siento que uno me mira, lo miro, noto que era un bicipolicia/infantería que mira mi mano, la que sostenía mi tan monona herramienta, yo miro mi mano… miro hacia el otro lado (hacia la calle) como para no dar charla y veo una bicicleta policial negra (no azul)… y ahí fue que comprendí que estaba en medio de una trampa, en una vil emboscada, que estaba rodeado y que ni la izquierda ni Altamira podrán salvarme, rápidamente agarre el vuelto y cuando salgo me encuentro que esta bicicleta policial negra* (también la del compañero que estaba detrás y que no podía ver desde el negocio) tenía MOTOR y decía comisaria 5…Escape raudamente.
¿Esto me habrá pasado por desear a la hija de Kusturica? (que de seguro toma sol en bolas).
Francesco Malatesta
*las que siempre vi son azules policiales, no negras (¿será una nuevo grupo policial? o ¿será que la policía está robando las bicis a los pibes y es por eso la gran variedad de marcas y colores?)
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